Cómo no trabajar con piedras en una ciudad de piedra. Santiago siempre ha sido lugar de artesanos, entre los que destacaban los maestros orfebres. La carga de trabajo que suponía la presencia de la Catedral y las decenas de iglesias, monasterios y conventos que surgieron a su alrededor en la Edad Media atrajo a los mejores artistas de la orfebrería. El Camino de Santiago contribuyó a que la habilidad de los maestros compostelanos ganara fama en toda Europa, de donde llovían los encargos. Las técnicas y los secretos de aquellos maestros medievales se han ido transmitiendo y refinando, generación tras generación, como una gema de la que la ciudad nunca ha querido desprenderse.
Katuxa Platero pertenece a una generación que ha renovado el arte de la joyería en Santiago de Compostela, conservando el amor por el perfeccionismo y muchas técnicas heredadas de los antiguos maestros, combinada con diseños innovadores que hacen de la joyería compostelana un referente internacional.